
- This event has passed.
January 11, 2020 @ 8:00 pm
Event Navigation

Beatriz Gago en conversación con Francisco Arevalo, MD
La abstracción tuvo un periodo de ardua actividad en Cuba a inicios de la década del 50. En una Habana decididamente figurativa, las atrevidas acciones de un importante grupo de artistas, que abrazaron las tendencias del arte no figurativo como vía de diálogo estético, contaminaron –incluso- la expresión pictórica de creadores esenciales de la vanguardia histórica.
Lo que se conoce como la primera Exposición Concreta en Cuba: Sandu Darie, Martínez Pedro, se realizó en 1955 en el mismo Pabellón de Ciencias Sociales de la Universidad de La Habana donde veinte años antes se había presentado Presencia de ocho pintores -la primera exposición de arte moderno que hospedó el recinto universitario- y que impuso las ideas de la modernidad ante la vista de la joven intelectualidad cubana.
Sin embargo, cualquier intento de periodizar los inicios del arte concreto en nuestro país debe tomar en consideración exposiciones como Composiciones (1949) y Estructuras pictóricas (1950), ambas realizadas por Sandu Darie en el vanguardista espacio del Lyceum Lawn and Tennis Club, donde quedaron ya planteados todos los postulados esenciales de la abstracción concreta; la muestra Carmen Herrera. Pinturas, en la cual la artista presentaba en esa misma sala expositiva, a finales del propio año 1950, sus primeros acercamientos a lo geométrico, un camino emprendido por ella desde finales de la década anterior; o la de Rafael Soriano, en 1954 en la galería La Rampa, algunas de cuyas piezas estaban firmadas en los años 52 y 53. Las audaces propuestas no figurativas de Pedro Álvarez y de Rafael Soriano en los IV y V Salones Nacionales de Pintura, Escultura y Grabado, en 1950 y 1951 respectivamente, pueden ser de igual forma consideradas pioneras para esta tendencia en Cuba y requieren ser integradas a esta cronología.
En 1958, quedó constituido en La Habana el grupo Diez Pintores Concretos, que tuvo una corta duración (1958-1961) pero que nucleó artistas, en su mayor parte, de extensas trayectorias. A finales de la década siguiente, a pesar de su desintegración, los ecos de esta experimentación eran perceptibles aún en las estrategias de aquellos creadores, que continuaron sus caminos desde geografías diversas o desde el propio contexto insular pero que se apoyaron para siempre en el poder de síntesis lingüística con que los dotó su práctica en el arte concreto para discursar el futuro de sus propias realidades.
Este libro intenta acercarnos a su historia…
Sobre la editora:
Beatriz Gago Rodríguez (5 de julio de 1958) se graduó de Ciencias en la Universidad de La Habana en 1983. Ha realizado estudios de postgrado en Curaduría, Arte Contemporáneo y Antropología Social y Cultural en varias instituciones de La Habana. Desde 2007 trabaja para la Fundación Arte Cubano (Madrid-La Habana) como investigadora, ensayista y editora, dedicada a temas de la Vanguardia Histórica. Es cofundadora (junto a José Veigas) de la publicación digital independiente El Correo del Archivo (2012 – 2014) También como investigador asistente desarrolló junto a José Veigas el Catálogo Razonado de Mariano Rodríguez (1950-1966) (2018)Entre sus trabajos recientes como autora se encuentran la compilación GPC: Evolución de la Vanguardia en la Crítica de Guy Pérez-Cisneros (2015) y el libro Más que Diez Concretos (2016)